martes, 25 de febrero de 2014

Mérida 2013 (Extremadura)

        Como la mayoría de las Semanas Santas, esta no iba a ser menos lluviosa con respecto a las anteriores. Recuerdo un año en el que el tiempo perdonó dos días sin lluvia, y fue estupendo, aprovechamos esos días para visitar todo lo que se pudo en aquel viaje.

        La escapada a Cáceres fue pasada por agua, y justo el día que visitamos Mérida cayeron "chuzos de punta". La idea era pasar el día visitando lo máximo posible, así que, cogimos el tren temprano en la estación de Cáceres y después de una hora de trayecto (en el cual pudimos ver de lejos el Acueducto de Los Milagros), nos presentamos en Mérida.




        Teniendo en cuenta que solo pasaríamos un día allí, nos organizamos para poder ver los sitios que más nos interesaban y, personalmente, tengo que decir que me encantó encontrar a cada paso algún que otro Templo Diana o cualquier otro vestigio por la ciudad. Fue sorprendente y algo distinto a lo que se suele ver en España.

       Para ponernos en situación, Mérida es una ciudad asentada sobre un yacimiento arqueológico, fruto de la ocupación de un solar durante más de dos mil años. Antes de los romanos, se asentaron en la zona pueblos prehistóricos, ya que la vega del río Guadiana proporcionaba fértiles tierras. En el año 25 a.C., el emperador Octavio Augusto mandó fundar Augusta Emerita y gracias a los cambios en las funciones administrativas de la ciudad, llegó a alcanzar gran esplendor (fue capital de la provincia Lusitana y, posteriormente, de la Diócesis Hispaniarum).



~Templo Diana~



     













        Antes de nada, decidimos buscar un sitio donde sentarnos para comer pero al rato, se puso a llover como si fuese a llegar el fin del mundo; aire, lluvia, truenos ... hubo de todo y lo más curioso, paró cuando terminamos de comer, así que entre charcos y barro comenzamos la visita.
   
        Sabíamos que no nos daría tiempo a ver todo, pero lo teníamos bien organizado para poder visitar bien varias zonas concretas. La entrada al teatro y al anfiteatro incluía la visita a la Cripta de Santa Eulalia (patrona de la ciudad), la zona arqueológica de la Morería, la Alcazaba y la casa Mitreo/Culumbarios. Por otro lado, ir al Museo Nacional de Arte Romano es una visita obligada (apenas pudimos hacer fotografías), allí, además del interior, pudimos pasear por la zona suburbana descubierta antes de la construcción del museo; esta cripta estaba delimitado por una calzada, compuesta por ruinas de casas y enterramientos correspondientes a una necrópolis, fue bastante curioso.

        Solo con el paseo desde la estación de tren hasta en Conjunto Arqueológico, nos dimos cuenta de todo lo que nos dejaríamos por ver; puentes, murallas, acueductos romanos, la Concatedral de Santa María y el Hornito de Santa Eulalia (ambas de la Mérida medieval), entre otras. Se puede decir que es la escusa perfecta para volver el cualquier momento Mérida.


Web donde podéis profundizar: http://www.turismomerida.org/

Mapa de situación: a pie de imagen, se encuentran los horarios según la época del año del Conjunto Monumental y del Museo Nacional de Arte Romano y la Colección Visigoda.

Laura Calvo









                                     ~Anfieatro~







                                    ~Teatro~




                                                       
                                                                        ~Cripta~













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